OSN y “Conciertos sorpresas”
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OSN y “Conciertos sorpresas”
Así como el presidente Danilo Medina baja a los
campos, ciudades y barrios populares del interior y de la capital mediante “visitas
sorpresas”, una estrateg
ia bien valorada por la opinión pública, así mismo debería
la Orquesta Sinfónica Nacional, de
propiciar “conciertos sorpresas” en barrios y ciudades.
Bajar a los sectores humildes, en manga camisa y jean,
mojarse de lodo el ruedo del pantalón y llevar buena música a la gente pobre,
para que los jóvenes escuchen otra forma de interpretar “Compadre Pedro Juan” o
la “Suit Macorix”, de Bustamante.
La Sinfónica que sea todos. Debe de masificarse.
Los muchachos de barrios también necesitan escuchar otras
opciones musicales, presenciar a los grandes
maestros de la OSN interpretar en vivo los violines, violoncelos, la flauta, y demás
instrumentos.
El sistema les niega a los jóvenes conocer nuevas
formas, y es el mismo sistema que los persigue cuando caen en la delincuencia.
En casi todos los países donde hay orquestas sinfónicas,
por más subdesarrollados que sean, realizan conciertos populares. Aquí no.
La OSN es del Estado, y los maestros instrumentistas
son servidores públicos que tienen un don especial de ser artistas.
Es un deber quitarse el frac perfumado y los zapatos
de charol, y descender del pódium del Teatro Nacional al pódium de los barrios
populares.
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